Científicos estadounidenses han estudiado las consecuencias de las ondas expansivas de explosiones utilizando cerdos, según informa en su página web la Universidad de Texas en San Antonio.
Según los científicos, llevaron a cabo explosiones cerca de cadáveres de animales para ver lo que sucedía con ellos. Los investigadores han descubierto que los órganos visuales, sobre todo el nervio óptico, resultan más afectados por la explosión aunque estén protegidos por gafas especiales.
Los científicos afirman que se deben inventar nuevas gafas que protejan a los militares de las consecuencias de las explosiones.
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