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martes, 3 de julio de 2012

Muere un toro por ahogamiento en L'Ampolla, Tarragona

Los bous a la mar, son una macabra variante de los correbous, en los que se tiran vaquillas al puerto, con resultados terribles para los animales.

Tomado de PACMA.es

Cada año en L'Ampolla (Tarragona) se celebra el bou a la mar el día de San Juan. Decenas de personas acosan a un toro hasta conducirlo al mar, donde acaba muriendo ahogado en muchas ocasiones. Así sucedió el pasado 24 de junio en L’Ampolla.

Este cruel y terrible festejo, que se realiza en otras localidades levantinas, es uno de los 50.000 que se celebran cada año en España.

El sufrimiento y el maltrato al que son sometidos los animales en este tipo de festejos son incuestionables. El estrés producido por el hostigamiento al que son sometidos, por los gritos, por los golpes que reciben... Constituyen, sin duda, una forma de maltrato que no debe ser olvidada.

Desde el Partido Animalista pedimos sin ningún tipo de fisuras el fin de estos festejos. No pueden aceptarse medias tintas ni regulaciones en la forma en que se maltrata a un animal.

Ante la muerte por ahogamiento de este animal nos preguntamos dónde quedó la coherencia de los partidos que aprobaron en su día la prohibición de las corridas de toros basándose en los mismos argumentos que hoy les deberían llevar a prohibir los correbous.

El Partido Animalista presentó alegaciones ante el Departamento de Interior de la Generalitat de Catalunya contra el nuevo reglamento sobre correbous, solicitando la anulación de este reglamento, puesto que vulnera la Ley 22/2003, de 4 de julio, de protección de los animales, que dispone en el artículo 2.3 que “nadie debe provocar sufrimientos o maltratos a los animales o causarles estados de ansiedad o miedo” e incluso el artículo 337 del Código Penal, que tipifica como delito provocar sufrimiento a animales domésticos o amansados.

Del mismo modo que se prohibieron las corridas, y basándonos en el texto del preámbulo de la propia Ley 28/2010, en la que se indica que el toro posee un sistema nervioso muy próximo al de la especie humana, con el que compartimos muchos aspectos de su sistema neurológico y emotivo, y en la consideración del toro como un ser capaz de sufrir, consideramos que deberían prohibirse de una vez los correbous para que hechos como el del pasado 24 de junio en L'Ampolla no vuelvan a suceder.

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